Conocí a Nacho Guerreros cuando llegué a Madrid y desde entonces somos amigos. Nacho es una persona excepcional y muy comprometido con las causas injustas como por ejemplo el bullying porque él también lo sufrió. Cuando planteamos este libro a la editorial queríamos vivir de cerca el horror que viven tantos niños y niñas y sus familias. Por eso nos planteamos un trabajo de acompañamiento a los y las protagonistas para poder contar sus historias. Compartimos con estas personas su día a día. Tras la publicación del libro recorrimos toda España para su promoción y de las presentaciones salieron debates realmente interesantes. Lamentablemente el libro no se vendió o no se vendió lo suficiente porque descubrimos, muy a nuestro pesar, que el bullying es algo que todas las personas, organismos, centros educativos, tribunales de menores, Ministerio de Educación y un largo etc. implicados se pasan de unos a otros como si fuera una pelota.
